Le tenía ganas a esta serie, el tema vampírico me gusta y siempre es interesante ver qué enfoque le dan a los chupasangres según el director/escritor de turno que pille el tema. Desde el mítico
Nosferatu de Murneau hasta los híbridos marvelianos como
Blade o
Morbius todos tienen algo interesante, incluso la capacidad de brillar o llevar más carmín que un putón en los labios de
Truñúsculo Crepúsculo, todos tienen algo que los caracterizan y los hace únicos (dentro de lo que cabe, claro) pero tiene miga que hasta el
Conde Draco sea más vampiro que el tal Edward. Aunque tal vez me sienta más identificado con el Drácula de Lugosi, Coppola o la saga iniciada por Anne Rice (la peli La Reina de los Condenados no existe, es un mito XDDD) que supieron plasmarse en esa maravilla de juego de rol que fue
Vampiro: La Mascarada.
El caso es que el hype que tenía con esta serie era brutal, sobre todo después de ver alguna imagen promocional no apta para sensibles. Poco sabía de la misma, tan solo que se basaba en unas novelas del propio Guillermo, que iba de vampiros y que traería tela. Un buen cóctel que para mi desgracia se fue poco a poco convirtiendo en agua de borrajas. La serie prometía, sí, pero no ha sabido explotar todo su posible filón. No sé cómo serán las novelas, pero espero que se diferencien bastante de la serie porque si no sería un gran fiasco.
